Los virus informáticos son programas o software malicioso diseñados para infectar sistemas informáticos y propagarse de un dispositivo a otro, sin el consentimiento o conocimiento del usuario. Estos virus se pueden introducir en un sistema a través de descargas de archivos infectados, correos electrónicos sospechosos, sitios web maliciosos o dispositivos de almacenamiento externo infectados, entre otros medios.

Una vez que un virus informático se ha infiltrado en un sistema, puede dañar o alterar archivos, robar información confidencial, ralentizar el rendimiento del dispositivo, bloquear el acceso a ciertas funciones o incluso tomar el control total del sistema. Los virus informáticos pueden tener diferentes formas y efectos, como troyanos, gusanos, ransomware, spyware, adware, entre otros.

Es importante tener en cuenta que los virus informáticos representan una amenaza para la seguridad y privacidad de los usuarios, así como para la integridad de los sistemas informáticos y la red en general. Por lo tanto, es fundamental contar con medidas de seguridad adecuadas, como la instalación de programas antivirus y antimalware actualizados, el uso de contraseñas seguras, la actualización regular del software y el ejercicio de precaución al interactuar con contenido en línea para protegerse contra los virus informáticos.